Cada persona, cada sonrisa o canción son capaces de que sea dolorosa esa vista atrás. De hacerte sentir vulnerable frente a la realidad. Por que sabes que no volverán esos momentos, quizá si mejores . Pero no los mismos.
Y piensa, joder que guapa, lo dio todo esa noche. Disfrutó tanto bailando que jamás había pensado que bailar fuera igual de fácil que caminar. El amanecer quiso verla. Y su boca tuvo que compartir vodka, ron, whisky y quién sabe que más.
Y llegas a casa, te quitas los zapatos que hacía ya horas que ni recordabas llevar puestos y sin saber cómo, te acuestas con una sonrisa.