No se cómo explicarlo, has llegado a mi. Sí, esa es la
frase; has llegado y no te vas. Has pasado por mi como un huracán, un
terremoto. Me has revuelto, has creado en mi la pura revolución y te has ido
igual que llegaste. Sin embargo, en mi has dejado todo. Me he quedado vacía y a
la vez tan llena de tus ganas, tus gestos y tu huida. Te recuerdo como un día,
un día que se me hizo largo. Y ahora con cobardía te vas por donde viniste. Mi
puerta sigue abierta y ese es el problema, que si vuelves aquí seguiré. Y es
simple, los recuerdos que tengo de este lugar me tienen atrapada, no los puedo
dejar atrás. No me diste tiempo de acostumbrarme a ti, y me he quedado con las
ganas de coger esa costumbre.
lunes, 30 de septiembre de 2013
domingo, 29 de septiembre de 2013
Ya no existes en mi piel -
Hoy, las sábanas no me dejan ocultar mis pensamientos por un
día más. No se si quiero salir de mi confusión. El miedo a conocer es más
grande que la superficie de estas cuatro paredes en las que nos dejamos ayer
atrapar. Tú, que solías confesármelo todo, yo, que quizá no fui del todo justa.
Pero, ¿acaso debía serlo?
Y ahora que dudamos hasta de los hechos. Supongo que
será mi estupidez, que quiere verme una vez más. Ya nada nos une, y creo que
antes tampoco. Fueron tus gestos los que me prometieron días claros. Y aquí me
veo, más condicionada que nunca. "No se que es lo que quiero" - Y eso
la está matando por dentro. Y es que no te quiero a mi lado, pero tampoco
quiero que te vayas.
Ni su mirada supo explicarlo, las palabras no salían. Esa
sonrisa derrotada le costaba amanecer y ahí se quedó: fría, con el corazón
ardiendo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)