domingo, 13 de octubre de 2013

Dias grises sin ti.

Tengo ganas de ti, de mí, de Madrid.

Que los martes acaben con sabor a café y sonrisas bajo tenues luces.
Esa inmensa multitud en la que si me pierdo acabo enamorada.
Que Gran Vía se nos haga más extensa que Alcalá.
La cerveza sin prisas y entre sus risas.
Rincones de Malasaña son los que quiero conservar recorriéndolos una y otra vez.
Cruzar Plaza España con su inmensa dimensión.
Bajar Carretas con prisas, saber que llegas tarde.
Llegar a la puerta del metro en Sol e inevitablemente sonreír.
Atardeceres cerca de nuestras dos torres.
Un domingo por el rastro, lo siento si no se entiende esa sensación.
Que Arenal nos sepa siempre como en Navidad.
Por Rosales, directos a Debod.
Parquecitos en el fin de Velázquez, otro encanto más.
Colón, y sus recuerdos.
Eterno paseo de Delicias, por fin mi amada estación: Atocha.
La Latina como referencia.
Pasear por el retiro como alternativa a todo.
Los viernes se hacen esperar y son los más rápidos en desaparecer.
Fuencarral como modo de escape a cualquier problema.
Cafés y autobuses en la carrera de San Jerónimo.
Quedar en Santa Ana y desfilar por Huertas.
Legazpi, punto de unión entre tú y quién sabe qué más.


Moriría por renacer y recorrerte mil veces más, querida Madrid.



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